El verano ha llegado por fin a nuestro país, y con este, la posibilidad de realizar una jornada laboral intensiva. Una modalidad muy extendida durante el período estival, con la cual las empresas permiten a los empleados trabajar de forma continuada y así reducir la jornada de trabajo en la oficina y aprovechar mejor esta época del año.
Ahora bien, cabe destacar que, al no ser obligatorio, sino un beneficio que ofrece la compañía, no todas las empresas hacen uso de esta práctica ni la aplican de la misma manera. Por ello, a lo largo de este post nos centraremos en explicar de qué se trata la jornada intensiva y los distintos tipos que existen.
¿Qué es la jornada intensiva?
La jornada intensiva o también conocida como jornada continua, es aquella en la cual se trabaja de manera continuada, sin pausas, consiguiendo de esta forma un día laboral que finaliza antes. Cabe destacar que, aunque se suele decir que no hay ninguna interrupción, en realidad sí que produce alguna, como es la de los 15 minutos de descanso obligatorio establecido por Ley cuando se realizan más de seis horas de trabajo continuado y que son computados como trabajo efectivo.
Tipos de jornada intensiva
- Jornada intensiva los viernes
La mayoría de empresas aplican este tipo de jornada el último día de la semana, permitiendo de esta forma al trabajador acabar antes su jornada laboral. Por tanto, de lunes a jueves se trabajaría de forma completa y el viernes se haría de forma continuada para poder acabar unas horas antes.
Hay empresas que deciden sumar media hora a cada jornada el resto de días y así compensar las que no se realizan el viernes, mientras que otras deciden mantener la normalidad en la jornada laboral y ofrecer este beneficio como parte de su política empresarial.
Es uno de los tipos de jornada intensiva más comunes y a la que más acostumbrados están los trabajadores. Se trata de una modalidad que destaca por aplicarse únicamente durante el verano y que afecta a todos los días de la jornada semanal, tomando como referencia el periodo del 1 de junio al 30 de septiembre. Aunque dependiendo de la empresa se encontrará diferencias en la fecha de inicio y finalización, pudiendo aplicarse los cuatro meses completos o solamente dos de ellos.
Su horario más común es de siete horas por día, viéndose afectados otros periodos del año, en los cuáles se trabajarán más horas para compensar así las horas faltantes.
- Jornada intensiva todo el año
Y, por último, este tipo de jornada se aplicaría todo el año ya sea porque el sector de actividad, el convenio colectivo o la distribución de tareas lo permitan.
Como podemos observar, la jornada intensiva es una modalidad muy extendida, pero aún existen muchas empresas que todavía dudan de su implantación por la dificultad en la organización interna que puede significar. Para ello, existen herramientas como la app de control horario Profesto.io que te facilitan realizar tareas como el control del registro de la jornada laboral, gestión de las vacaciones, gestión del tiempo, etc. de forma más sencilla y fácil.